Ha llegado el momento de transmutar “esta historia” sobre la energía masculina-paterna y decido, YA-AHORA, evolucionar y cambiar mi vibración ¡para así obtener los beneficios de integrar a papá! Papá no me apoyó, papá no me escuchó, en definitiva, papá no me miraba ni valoraba… Papa está ahí, sí; ¡y gracias a él estoy viv@ y viviendo la experiencia de la Vida!
Lo primero: asumir que tengo un conflicto con la energía masculina-paterna y rechazo el padre en mí… Si reflexionamos, vemos que él ha sido víctima de un sistema familiar de creencias. Soltemos esta creencia limitada (y distorsionada) y abrámonos hacia la verdad superior para encontrar nuestro estado de salud y equilibrio armonizando nuestras polaridades internas.
Recuerda que el Padre viene representado por el Sol: el Padre nos ha dado la Vida al igual que el Sol, porque aunque no brille todos los días, ¡siempre sale y nos ofrece Vida!
